Te levantas una mañana más, otra símil a tantas, ya reducidas por periodos anteriores a un punto temporal determinado, que van y vienen, pasan por la cinta transportadora, y se descuidan por semejarse demasiado a lo redundante. Y en esa costumbre, en la que habitan como inquilinos vitalicios la inseguridad y la duda, en cada percepción, en cada representación, en todos mis propósitos y empeños, una mañana cualquiera, sorprende una discreta brisa con el ánimo de cien vendavales. Y la pobre marioneta que soy, temblorosa unos tempos e insaciable en otros, pero siempre insatisfecha, se deja acariciar durante un instante por esa mano de admiración foránea, de forma temporal pero agasajante. En ese momento, todo se afianza; todo vuelve a tener sentido. El dolor se apacigua. El miedo se retira, y la confianza hunde su bandera. Y vuelvo a creer en mí: en mis sentidos alerta, en mi peculiar paladar, en mi visión de lo que me envuelve, ajena a doctrinas impuestas, y en mis recursos para revelarme. Rescato a mi orgullo por resistir, por no vencerme bajo el peso de la exigente mediocridad que te relega a una esquina de soledad e indiferencia. Siento gloria por ser interpretada sin manual. Siento deleite por saberme reconocida o intuida. Y se vuelve a henchir de coraje ese depósito de inspiración e ingenio. Entonces, el talento, a veces entumecido, se torna atrevido y audaz, espoleando imágenes y bocetos, gestando y concibiendo y demandando más y más... Y regreso a mí misma, una vez más, viva.
Para mis "amis" (incluyendo a Agustín, en esta ocasión), que devuelven mis pasajes reflejados en sus iris. Por vuestro apoyo y cariño incondicional. (Escribo mientras escucho "Join me on my Avalanche" de la b.s.o. compuesta por Explosions in the sky, "Prince Avalanche" 2013. Gracias a ti también, amigo).
viernes, 22 de noviembre de 2013
martes, 15 de octubre de 2013
“Volverte adulto, es volverte libre”… Aceptación (Reseña de la película "Stoker")
Armonizada por una suprema banda sonora compuesta por Clint Mansell, incluyendo en ella a modo de obsequio un magnético tema del maestro Phillip Glass (el maravilloso “Duet”), esta perfecta, angulosa y provocadora (porque nos cuestiona y nos enfrenta a nuestro propio baremo del bien y el mal) película nos habla del despertar emocional, de la transición a la madurez, de la toma de consciencia de nuestra propia naturaleza, con exquisitas formas, elegantes y lánguidas imágenes que nos empujan y hacen retroceder en un delicioso juego de proyección mental, de interpretación de lo que Park Chan-wook nos describe de modo tan refinado. Y nos cuenta una historia de violencia genética, sin razonamientos, sin motivos ciertos; nos recita el relato de una complicidad, esperada durante años. Ser completados. Nos murmura sobre la necesidad de sentirse acompañado por otro sinónimo de nosotros mismos; otro ser que también pueda escuchar lo que los demás no pueden. Nos narra esa espera sin prisa y el deseo implícito en la violencia. Nos perfila a depredadores, cazadores, sin arrepentimiento o culpabilidad. No hay lugar para ello: tan sólo es su innata (que no adquirida) naturaleza.
Mezclar violencia con delicadeza y distinción no es tarea sencilla, y el director apuesta por una fotografía (algo a lo que a sus más acérrimos seguidores ya tiene habituados) que en algunos planos consigue erizar el vello de nuestro cuerpo por tanta belleza, como en la secuencia, entre otras muchas, en que el cabello de Nicole Kidman transmuta a los tallos de hierba ondeando del bosque o al comienzo de la película, cuando tan sólo deja percibir nitidez en el mechón de cabello sobre el rostro de India, la protagonista, sentada en el suelo de la habitación de su inquietante tío, curioseando. Esa poesía visual nos mece durante todo el filme mientras incentiva a nuestras mentes a codiciar ese carnal desencadenamiento, lujurioso y obsceno, que agravia toda moral.
Park Chan-wook nos hace aceptar con comodidad y anhelo aquello que se nos ha enseñado a rechazar, como ya sucedía en “Old boy” y su violencia en la venganza que a la mayoría de espectadores nos placía tan holgadamente sin cuestionar nuestra ética.
Con mi humilde criterio, y siempre desde mi propio paladar, he de expresar sorprendida que, es una de las mejores películas con las que he podido deleitarme en los últimos años. Me ha resultado deliciosa y visualmente lírica. Algo a lo que, lamentablemente, ya no estoy acostumbrada.
Mezclar violencia con delicadeza y distinción no es tarea sencilla, y el director apuesta por una fotografía (algo a lo que a sus más acérrimos seguidores ya tiene habituados) que en algunos planos consigue erizar el vello de nuestro cuerpo por tanta belleza, como en la secuencia, entre otras muchas, en que el cabello de Nicole Kidman transmuta a los tallos de hierba ondeando del bosque o al comienzo de la película, cuando tan sólo deja percibir nitidez en el mechón de cabello sobre el rostro de India, la protagonista, sentada en el suelo de la habitación de su inquietante tío, curioseando. Esa poesía visual nos mece durante todo el filme mientras incentiva a nuestras mentes a codiciar ese carnal desencadenamiento, lujurioso y obsceno, que agravia toda moral.
Park Chan-wook nos hace aceptar con comodidad y anhelo aquello que se nos ha enseñado a rechazar, como ya sucedía en “Old boy” y su violencia en la venganza que a la mayoría de espectadores nos placía tan holgadamente sin cuestionar nuestra ética.
Con mi humilde criterio, y siempre desde mi propio paladar, he de expresar sorprendida que, es una de las mejores películas con las que he podido deleitarme en los últimos años. Me ha resultado deliciosa y visualmente lírica. Algo a lo que, lamentablemente, ya no estoy acostumbrada.
Serena reprimenda (Reseña de la película "Hijos de los hombres")
Con sutileza. Agudo hasta remover nuestra conciencia. Así nos amonesta Alfonso Cuarón desde este fantástico largometraje. Nos muestra la incongruencia del comportamiento humano; la intolerancia; el pavor a todo lo que nos resulta diferente; nuestro egoísmo. Y cómo el destino se mofa inflamándonos de desesperación. Un futuro sucio, frío, clandestino, terco y deshumanizado (me hizo pensar en Blade Runner, no sé si tanto por su argumento como por su estética) en el que precisamente no hay tal cosa: porvenir. Nuestra raza se encamina inexorablemente a su desaparición y Cuarón nos hace ver cuanto lo merecemos. Y con un sarcasmo impredecible tiende a nuestros pies una chaqueta de incoherencia abrumadora: queremos sobrevivir, con exasperación. No deseamos desvanecernos. Pero al mismo tiempo concebimos un especial kit de la desesperanza: todo lo necesario, precisamente, para terminarnos (contradictorio, una vez más). Recomendable para todas aquellas personas que ya piensan que somos una nociva tragedia. Y para los optimistas o los ofuscados, que todavía creen que merecemos esperanza.
Restaurando las memorias (Reseña de la película "Suddenly, Last Summer")
Grandioso guión (Gore Vidal & Tennessee Williams); magnífica dirección (Joseph L. Mankiewicz); y espléndidas interpretaciones (Elizabeth Taylor, Montgomery Clift, Katharine Hepburn). Una de las mejores películas que la industria cinematográfica nos ha brindado. El mejor tratamiento para ocultar aquello que más nos aterra es borrarlo de nuestra memoria. Y cuando el recuerdo lo posee otra persona, la moderna psiquiatría nos echará una mano con esa irreversible técnica que es la lobotomía. Fascinantes personajes, más que notable fotografía, con una ambientación perfecta, tanto del decadente centro psiquiátrico, como de la mansión y jardín de Miss Venable. Imprescindible para los amantes de las joyas cinematográficas, del buen gusto interpretativo y de los argumentos inteligentes y bien estructurados.
Cuestión de aceptación (Reseña de la película "Brokeback Mountain")
Ayer por la noche visioné por primera vez Brokeback Mountain. Y me ha costado gran esfuerzo hacerlo, pese a las maravillosas críticas que desde su estreno he leído y escuchado. Pero, ¿todavía no la has visto? es la pregunta que he evitado contestar durante largo tiempo. Y me gusta el trabajo de Ang Lee; y disfruto con el buen cine; y considero que tengo un paladar exigente pero tolerante. Pero mi instinto me decía que este largometraje no me iba a calar tan hondo como se esperaba. Y no se equivocaba ese sentido agudizado por años de visionado. Técnicamente correcta: fotografía bellísima (claro que, en esos lares, no hace falta ni apuntar en alguna dirección el visor de la cámara), adecuadas interpretaciones (a destacar Michelle Williams) y una banda sonora que se deja escuchar sin demasiadas preguntas.
Y ahora mi particular lectura del argumento: se habla de amor al comentar esta película; yo no he reconocido amor en ningún momento, en ninguna escena, en ningún gesto. Lo que sí he sentido es un deseo, una atracción, una sensación de poder en ambos personajes. Pero eso no es amor. Decir que es "la más bella historia de amor jamás contada" me parece fuera de lugar, sería como decir que "Fuego en el cuerpo" es una película de amor. No lo es. Es pasión, deseo y sexo lo que se muestra. "Othello" de Welles es una historia de amor enfermizo; "Lost in translation" es un cuento de amor imposible; "Casablanca", amor no cicatrizado. Pero lo que vemos en Brokeback Mountain no es amor. O por lo menos el amor que yo entiendo como tal. Los dos protagonistas no se conocen, ni tienen interés en hacerlo. No quieren las complicaciones que conlleva una relación; no quieren arriesgar, ni perder. Sienten atracción, deseo de posesión, pero no hay sacrificio (y no entiendo como sacrificio el sólo poder estar juntos un par de veces al año: eso es una opción que ellos escojen libremente) ni angustia. Y su malestar, su dolor radica en que el sentirse así de atrapado, de atraído sexualmente por otro hombre les asusta; no es lo convencional, lo que les han enseñado como socialmente correcto. Y no aceptar esa condición es lo que les tortura. Y pienso así por varios detalles durante la película, pero sobretodo por el que a continuación relato en la zona spoiler...
Spoiler:
En uno de los encuentros entre ambos personajes, charlan como dos amigos, con camaradería mientras beben y fuman, y Jack Twis explica a su compañero que tiene una amante (para mi es decisivo este momento: puedo entender que para continuar en lo socialmente correcto mantengan su falso matrimonio, si es que realmente fuera amor lo que sienten el uno por el otro, pero tener otra relación ajena al matrimonio con otra mujer, algo que también ha de esconder socialmente, no tiene otra explicación que el hecho de que le atraen las mujeres) y la reacción de Ennis del Mar es impasible: como si estuviera escuchando las juergas de un colega. Pero la reacción es muy distinta cuando le habla del pasaje en México con otro hombre. En ese momento Ennis reacciona violentamente. Pero no por dolor, ni por despecho. Pienso que esa reacción se debe a que Ennis tiene un golpe de realidad en el cual es consciente de que el poder que tiene hacia Jack no es suficiente, y lo que piensa que sólo puede darle él puede obtenerlo de otro. Y hablan sólo de sexo. No de amor. Por eso no puedo interpretar la película como una historia de amor difícil, torturada y cobarde. No dan el siguiente paso porque no hay suficiente sentimiento como para empujarles a ello. Para aceptar que pudiera ser amor...
Y ahora mi particular lectura del argumento: se habla de amor al comentar esta película; yo no he reconocido amor en ningún momento, en ninguna escena, en ningún gesto. Lo que sí he sentido es un deseo, una atracción, una sensación de poder en ambos personajes. Pero eso no es amor. Decir que es "la más bella historia de amor jamás contada" me parece fuera de lugar, sería como decir que "Fuego en el cuerpo" es una película de amor. No lo es. Es pasión, deseo y sexo lo que se muestra. "Othello" de Welles es una historia de amor enfermizo; "Lost in translation" es un cuento de amor imposible; "Casablanca", amor no cicatrizado. Pero lo que vemos en Brokeback Mountain no es amor. O por lo menos el amor que yo entiendo como tal. Los dos protagonistas no se conocen, ni tienen interés en hacerlo. No quieren las complicaciones que conlleva una relación; no quieren arriesgar, ni perder. Sienten atracción, deseo de posesión, pero no hay sacrificio (y no entiendo como sacrificio el sólo poder estar juntos un par de veces al año: eso es una opción que ellos escojen libremente) ni angustia. Y su malestar, su dolor radica en que el sentirse así de atrapado, de atraído sexualmente por otro hombre les asusta; no es lo convencional, lo que les han enseñado como socialmente correcto. Y no aceptar esa condición es lo que les tortura. Y pienso así por varios detalles durante la película, pero sobretodo por el que a continuación relato en la zona spoiler...
Spoiler:
En uno de los encuentros entre ambos personajes, charlan como dos amigos, con camaradería mientras beben y fuman, y Jack Twis explica a su compañero que tiene una amante (para mi es decisivo este momento: puedo entender que para continuar en lo socialmente correcto mantengan su falso matrimonio, si es que realmente fuera amor lo que sienten el uno por el otro, pero tener otra relación ajena al matrimonio con otra mujer, algo que también ha de esconder socialmente, no tiene otra explicación que el hecho de que le atraen las mujeres) y la reacción de Ennis del Mar es impasible: como si estuviera escuchando las juergas de un colega. Pero la reacción es muy distinta cuando le habla del pasaje en México con otro hombre. En ese momento Ennis reacciona violentamente. Pero no por dolor, ni por despecho. Pienso que esa reacción se debe a que Ennis tiene un golpe de realidad en el cual es consciente de que el poder que tiene hacia Jack no es suficiente, y lo que piensa que sólo puede darle él puede obtenerlo de otro. Y hablan sólo de sexo. No de amor. Por eso no puedo interpretar la película como una historia de amor difícil, torturada y cobarde. No dan el siguiente paso porque no hay suficiente sentimiento como para empujarles a ello. Para aceptar que pudiera ser amor...
Es una broma (Reseña de la película "Rec")
Me expongo a recibir duras críticas, fuertes vapuleos y destierros varios, pero mi honestidad como espectador me impide reírle del todo la broma al Sr. Balagueró, otrora admirado y estimado director especializado en ese género, tristemente desvalorado en nuestra tierra, que es el "fantástico" o de "terror". Y me lo tomé así, a broma, para impedir que me sobrecogiera un talante de mala leche cual angina de pecho, ante lo que estaba visionando. Gran esfuerzo. Primero, la decepción; más tarde, el golpe de realidad de que tan sólo era un chiste, una chirigota urdida entre dos amigotes (los dos directores, que no en vano compartieron rodaje de "OT") para pasárselo bien y hacérselo pasar mal entre risas al público (si este logra comprender la gracia). Y por último, la aceptación. Y una vez comprendido y aceptado, el mal talante desapareció. Me reí, bastante, he de reconocer. Pero en ningún momento me sobrecogió, ni me asustó, ni por supuesto, me hizo estremecer de auténtico pavor. Es sólo una broma. Y las semejanzas con otra película, "El proyecto de la bruja de Blair" se queda en eso: la utilización de la cámara como ojo realista para el espectador. Pero no es la precursora de este "nuevo" género. O es que ya nadie recuerda el primer falso pseudo-documental del año 1980, dirigida por Ruggero Deodato , "Holocausto Canibal"? Balagueró y su compadre no han inventado nada nuevo, pero si es cierto que se han arriesgado al presentarlo como lo han hecho. Y les ha salido genial: las salas de exhibición llenas y la gente dando gritos y aplaudiendo entre risas. Espero que la recaudación le sirva para su próximo proyecto, y vuelva a su seriedad reconocida y gran ingenio para hacerme estremecer, y de esa forma, continuar admirando su talento.
Lo que más me gustó: Los compañeros de sala; disfrutaron como "enanos" con risa suelta y grititos de susto facilón. Igualito, igualito que entrar en el túnel del terror de cualquier parque temático. Muy divertido.
Lo que menos me gustó: La "engañosa" campaña mediática con la que nos han vendido la película; un poco más de honestidad y no habrían desengaños o decepciones (para el que los haya sentido, claro está).
Lo que más me gustó: Los compañeros de sala; disfrutaron como "enanos" con risa suelta y grititos de susto facilón. Igualito, igualito que entrar en el túnel del terror de cualquier parque temático. Muy divertido.
Lo que menos me gustó: La "engañosa" campaña mediática con la que nos han vendido la película; un poco más de honestidad y no habrían desengaños o decepciones (para el que los haya sentido, claro está).
jueves, 26 de septiembre de 2013
To Mónika&Txiki
Hace unos días, mientras me sentía amparada por pan y vino, verdes muros, y generoso franco afecto, leía las crónicas de un señor bajito con traje de tergal al que sólo le faltaba el bigote para ser un perfecto caballero cristiano que bien podría servir de ejemplo. Y este buen señor explicaba su corta pero intensa experiencia en una red social, anteriormente conocida como "de contactos". Y lo hace a través de las múltiples personas que viven dentro de él, lo cual me hizo reparar en mi propia Legión: en mi interior también está el hooligan frustrado que me asedia con imágenes de ultraviolencia cuando algún despistado de mirada bovina me roza por la calle; la groupie pubescente que tararea con voz chillona en el escenario de mi comedor poseída por enigmáticas coreografías rebosantes de "chenchualidá" capaces de producir contracturas de nivel cinco; el simpatizante oligofrénico del Opus Dei con una suerte de cilicio de bolsillo, como si de toallitas húmedas se tratara, que se contrae chirriando ante las listas de personalidades televisivas más relevantes del momento (Señor, llévame pronto!); la simpática vecinita de la urbanización Mauthausen propietaria de una emergente fábrica de jabón y botones que derrocha en incienso para disimular el hedor de sus chimeneas y, por supuesto, la indignada revolucionaria que no se ríe de forma lobuna ante los chistes baratos de prensa y televisión sobre Chávez y que no niega con actitud borrica la manipulación mediática en los sucesos de Puente Llaguno. Y todos ellos, y muchos más titiriteros ("cómo estchán uchtedeees?"), conviven afablemente con la del pan y el vino. Con la elemental rapaza de los montes y la tragaldabas devoradora de celuloide.
Y volviendo al tema tratado con suma magnitud por el señor bajito terminaré diciendo qué, gracias a los escarnios que, entre muchos otros, internet nos ha proporcionado con sus webs de contacto social tipo www.elamordetuvida.com (ouch yeah!) como expresa una buena amiga, lo que antaño era mundialmente consabido y consentido como "cita-polvo-adiós" ahora se ha reducido tristemente en algunos casos a "cita-adiós". Es lo que conlleva demasiada oferta. Que uno se habitúa y se pierden las buenas costumbres.
Para mis buenos amigos norteños; que continuemos muchos años más llagándonos la boca de tanto reír.

Y volviendo al tema tratado con suma magnitud por el señor bajito terminaré diciendo qué, gracias a los escarnios que, entre muchos otros, internet nos ha proporcionado con sus webs de contacto social tipo www.elamordetuvida.com (ouch yeah!) como expresa una buena amiga, lo que antaño era mundialmente consabido y consentido como "cita-polvo-adiós" ahora se ha reducido tristemente en algunos casos a "cita-adiós". Es lo que conlleva demasiada oferta. Que uno se habitúa y se pierden las buenas costumbres.
Para mis buenos amigos norteños; que continuemos muchos años más llagándonos la boca de tanto reír.
lunes, 9 de septiembre de 2013
Encontrar el lugar
Tarjetas de diez usos; compras rituales de corta espera. Movimientos, dilación.
Respuestas concertadas; oscilación indolente. El repicar insolente de las siete.
Sin pretextos para levantarse e incorporarse al flujo incesante de mediocridad.
De ceguera. De banalidad. De persistente y desahuciada melancolía.
De fatiga constante, perenne incomodidad. Distante al minuto de mi veracidad.
Las risas espontáneas olvidadas en otra de las cajas. Junto a mi sorpresa y admiración.
Un envalentonado asma se come lo poco que queda de mi, ocultando mi certeza.
Y me abrazo a los cables que unen mis oídos al repetidor, saltando escalones hacia atrás.
Malteando los días sinónimos de otros días con recuerdos acompañados de vino y pan.
Esforzándome por pretender que me inunda lo que sólo me acaricia desde la comodidad.
Yo quiero sentir frío indomable, curvar la mirada para abarcar;
que me abrace o me empuje la impredecible inmensidad.
Tenderme a dibujar con las nubes, descalzarme para entrar en mi hogar.
Trepar y correr jadeando, viva, sencilla, sin máscaras ni disfraz.
Y esta realidad que alimento y no deseo, que repito y consiento,
me aturde y convence, sin permitirme dudas y afianzando el engaño.
Me retiene y se argumenta en cientos de excusas, que ya no tienen lugar.
Porque yo encontré mi lugar, tiempo atrás. Y mi tormento y suplicio es entenderlo y aceptarlo,
sin recursos cercanos para poder escapar.
Respuestas concertadas; oscilación indolente. El repicar insolente de las siete.
Sin pretextos para levantarse e incorporarse al flujo incesante de mediocridad.
De ceguera. De banalidad. De persistente y desahuciada melancolía.
De fatiga constante, perenne incomodidad. Distante al minuto de mi veracidad.
Las risas espontáneas olvidadas en otra de las cajas. Junto a mi sorpresa y admiración.
Un envalentonado asma se come lo poco que queda de mi, ocultando mi certeza.
Y me abrazo a los cables que unen mis oídos al repetidor, saltando escalones hacia atrás.
Malteando los días sinónimos de otros días con recuerdos acompañados de vino y pan.
Esforzándome por pretender que me inunda lo que sólo me acaricia desde la comodidad.
Yo quiero sentir frío indomable, curvar la mirada para abarcar;
que me abrace o me empuje la impredecible inmensidad.
Tenderme a dibujar con las nubes, descalzarme para entrar en mi hogar.
Trepar y correr jadeando, viva, sencilla, sin máscaras ni disfraz.
Y esta realidad que alimento y no deseo, que repito y consiento,
me aturde y convence, sin permitirme dudas y afianzando el engaño.
Me retiene y se argumenta en cientos de excusas, que ya no tienen lugar.
Porque yo encontré mi lugar, tiempo atrás. Y mi tormento y suplicio es entenderlo y aceptarlo,
sin recursos cercanos para poder escapar.
miércoles, 4 de septiembre de 2013
Llanto mudo
Sangre, infierno, dolor, fe, intenciones, desesperación, histeria, curación, mentiras, terror, ignorancia, superstición, fanatismo, absolución, delirio, más mentiras, arcadas, madre, egoísmo, confesión, maleta, rotuladores, destino, amnesia, deliberación, Naruto, infancia, accidente, justicia, enfermedad mental, derecho, excusas, invisible, atrocidad, muerte, muerte, muerte.
"Al nacer lloramos, porque entramos en este vasto manicomio"
El rey Lear, William Shakespeare
("El malvado Zaroff, 1932)
"Al nacer lloramos, porque entramos en este vasto manicomio"
El rey Lear, William Shakespeare
("El malvado Zaroff, 1932)
martes, 3 de septiembre de 2013
Terminar contigo
Las fauces ajenas chirrían, y entre chasquido y jerga, intuyo lisonjas y caricias.
Pero no hay espejo que devuelva firmeza; ni imagen que reponga inocencia.
La estantería disponible sólo acumula polvo y desengaño, partículas del pretérito.
Y no recuerdo cuál es la caja donde escondí mi fe en las promesas. No la etiqueté.
Para no arriesgar, no abriré ninguna. Pandora me canturrea al oído, versada tutora.
Mis costuras ahora se afianzan desde los escombros de la candidez hacia la cautela.
Y medito sin apremio ni zozobra; no hay señuelos que me espoleen ni susurros de sirena.
Aquí saldan las feroces aguas blancas de mis pensamientos:
mi biografía no debió terminar contigo. Debió comenzar sin ti.
Pero no hay espejo que devuelva firmeza; ni imagen que reponga inocencia.
La estantería disponible sólo acumula polvo y desengaño, partículas del pretérito.
Y no recuerdo cuál es la caja donde escondí mi fe en las promesas. No la etiqueté.
Para no arriesgar, no abriré ninguna. Pandora me canturrea al oído, versada tutora.
Mis costuras ahora se afianzan desde los escombros de la candidez hacia la cautela.
Y medito sin apremio ni zozobra; no hay señuelos que me espoleen ni susurros de sirena.
Aquí saldan las feroces aguas blancas de mis pensamientos:
mi biografía no debió terminar contigo. Debió comenzar sin ti.
jueves, 29 de agosto de 2013
Herida
Y el dolor te retuerce, doblegándote sobre ti mismo,
partiéndote en dos.
No puedes ver más allá de sus ojos, aunque, nunca viste
mucho más.
La ansiedad se alimenta de pensamientos en bucle, a los que
no puedes alejar.
Y tu mente no puede asimilar el tormento, tras la ventana,
al verles partir.
Ella te advirtió: “La gente herida es peligrosa. Sabe que puede sobrevivir".
Y aún así, decidido, escogiste posar tus alas al final de su cálida
espalda.
El placer exquisito del dolor más intenso. La entrega de tu voluntad.
A cambio, ella se fingió dispuesta para ti en cada instante. Siempre.
Y, aquella fría mañana de verano te devoró, escupiendo piel y huesos,
mientras regresaba sin volver la vista atrás, a su cama junto a él.
Inspirada tras revisionar "Damage", de Louis Malle.
miércoles, 7 de agosto de 2013
La singularidad de los cuerpos extraños
Y si todo fuera un sueño? Y si no desperté, tras acostarme
aquella noche, luego de colisionar con la certera realidad? Y si ya no crecí
más, salvo en mi sueño? Si todo lo que creo haber vivido, recorrido, gozado, no
ha existido. O quizá, algunos de mis compañeros, Krauss, Meissner, Pacini y
Ruffini me llevaron al engaño, haciéndome creer que todo era real.
Y si tan sólo soy un cuerpo extraño, obumbrata et velata,
abandonado en un lecho solitario, que bucea en un mar onírico de emociones
gestadas por mi propia mente, enferma y pútrida?
No estoy aquí; sigo confundida en aquella cama.
No escribo estas palabras enlazadas por letras y espacios.
Ceros y unos.
Lenguaje para que otros cuerpos extraños,
tan lejanos, tan cercanos, tan sinónimos, tan distintos,
puedan descifrarme.
Pero esto no es real.
La música que me mece sólo suena en mi cerebro. Sólo sucede
en mí.
Y ninguno de vosotros existís.
domingo, 28 de julio de 2013
La noche de los Hipsters vivientes
Noche de calor pegajosa, de las que el asfalto se adhiere a las suelas cansadas. Bochorno, quemazón interna, que ni las cervezas enlatadas, al suelo arrimadas, alivian. Volvemos a encontrarnos los tres, como tantas noches, entre risas, miradas y consuelos, de esos que sólo la confianza trabajada y la creencia recorrida avalan. Y me hablan de nuevos géneros, de nuevas fórmulas. La misma basura con diferente disfraz. "Te hablarán de cortos, de espiritualidad, de forma profunda" me advierten, entre espumarajos huyendo de mí por la nariz. "Están por todas partes; no los has visto?", y yo en mi retiro de ciento ochenta días, ignorante de lo que se avecina. "Son listos, y rápidos", me previenen. Y ya no es miedo lo que siento. Si no, cada vez, más lástima. A nuestro lado, ponen la banda sonora unos desapegados de fingidas felicidades por su exiliada necesidad social. Son lo mismo, pero en lugar de camisas de cuadros y largas barbas de imitación leñadora, se pintan con dos dedos de mugre y ropas ajadas. Y todos se ven diferentes. Y todos se ven únicos. Y no son más que la misma inmundicia con diferente traje. Y se levantan y vienen a alimentarse de tu cerebro. Intentan meter en tu mente nuevos ideales, que son los mismos que me abochornan, adornados con insólitos lenguajes. Modernos falsos profetas portadores de la verdad absoluta. Y sólo necesito huir. Lejos de una especie que no me corresponde, que no me representa y que me hace sentir tan avergonzada... Menos mal que en mi camino me crucé con algunos de vosotros, que sois partes de mi reflejo. Si no, ya me habría escondido en las galerías de los Morlocks. Allí me sentiría más a salvo.
jueves, 18 de julio de 2013
65% agua
Y tu sombra se resiste a partir, siguiéndote.
Se ha
instalado junto al ventanal. Atrapado en un marco de 9x13 tu sabor se obstina
en no liberarme, en no permitir que lave las memorias lacerantes. Memorias que
aun escuecen cuando se giran y se me enfrentan, arrogantes.
Pequeño recipiente
de hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, carbono y agua, de ojos profundos y mirada
párvula. Y yo adicto a esa densidad etérea! Si eres agua, por qué no puedo amar
al mar?
Valiente me dispongo,
pero, a cada paso retrocedo y estoy más lejos de mi empeño. Época de hambre sin
apetito. Tiempos de roce sin comparsa. Ciclo de bálsamos que no cicatrizan. Se
puede embotellar el dolor? Añejar tu recuerdo en roble y canela? Me pierdo en
mi cama, que ya no arde y está más vacía que nunca, y no quiero encontrar el
camino de vuelta. Y son mis infinitos dedos los que devuelven caricias a mi
espalda al abrazarte.
Para mi amigo, ese al que los insectos todavía no devoraron la mirada.
lunes, 15 de julio de 2013
Renata
Venerando esos ojos
del color de la ternura,
que miran velados por
el padecimiento y las décimas,
ya no sostienen
júbilo ni recuerdo, distantes,
y envenena mis
entrañas el lastre de la impotencia.
El dolor oxida los
engranajes de la carne,
cubriéndolos con
densa tristeza y pesar
y esa puta codiciosa
gana la partida otra vez
llevándose todo lo
que amo, mi voluntad.
Pero yo te haré
inmortal, pequeña mía,
nunca te dejaré.
viernes, 12 de julio de 2013
We all know it
I know, the past will catch you up as you run faster.
I know, the last in line is always called a bastard.
I know, the past will catch you up as you run faster.
I know.I know.
Camino inédito
Y el vacío, lentamente, sin dar muestras, se fue llenando:
de miradas, de tactos, de sobrecogimientos y sorpresa.
Y marcaron un nuevo camino en el agotado mapa
más llano, más sencillo, repleto de conquista,
inéditas imágenes y fortuita música engarzada.
Y no había en él párvulos profetas, ni fariseos poetas
si no, pinos Bristlecone, ofreciendo sabia sombra,
suave tacto e imprevistas y templadas experiencias.
Y no había en él párvulos profetas, ni fariseos poetas
si no, pinos Bristlecone, ofreciendo sabia sombra,
suave tacto e imprevistas y templadas experiencias.
Y sin compañeros, con anhelo y demanda, comenzaron los pasos.
Llenos de ilusión y de curiosidad de la mano de la firmeza
Esperando encontrar paradores magníficos, invencibles,
que ofrecen sin pago inmaculadas y amables turquesas.
Y ese camino inédito me llevara a la codiciada mejora.
A lo que siempre he soñado , esperando sutil cual creadora,
perdiendo en el camino miedos, llanto y pereza,
fijando la mirada en el filo de la hermosa aurora.
Dulce Navidad
Miradas henchidas de
exilio y duelo
disfrazadas de asumido y
obligado olvido
copas repletas de sonrisas
de ansiedad y fraude
nostalgia que se sienta
ante un plato vacio.
Puta retórica mezquina,
que obliga a vivir en una
jaula acolchada de mentiras.
No siento felicidad ni
armonía
ni ilusión, afecto o
ternura.
Vacío oscuro llena mis
pulmones
y corta en sentido
contrario mis emociones.
Ausencia espesa y adherida
a apegos de párvula
infancia.
Áspera torna mi piel
dejando dormidas mis esperanzas
y no soy capaz de embaucar
al público con alegrías.Encuentro
En
la danza carnavalesca del viaje
andamos
velados tras antifaces de amparo,
coreografiados
como títeres por el azar
intuyéndonos
entre la multitud de colores.
30
noches tardó tu ausencia en partir,
en
las maletas, mis sonrisas robadas,
dejando
mi mente por fin descansar.
¿Quien
abrió la frontera de mi cuerpo?
¿Quien
te permitió invadir mi lecho?
Acaso
te invité sin tener consciencia.
El
encuentro que perduró en la nostalgia
se
hizo fuerte en nuestra memoria,
dando
esquinazo y espalda a la evidencia
chantajeando
a nuestros sinceros anhelos.
Aléjate
de desleales resignaciones,
conformismos
y tolerancias moldeadas.
De
ruegos y vaporosas modificaciones.
No
colabores en los intrigas de la soledad;
ella
propicia el tropiezo en su provecho
convirtiéndolo
en el esperado hallazgo
que
desde los sueños toma cuerpo.
Decepción
¿Que
sentimos cuando nos descubrimos decepcionados?
Nos
sentimos estúpidos y traicionados.
Y
se enrocan como un erizo nuestros sentidos,
dejando
alerta al mas afligido de los recelos.
Una
afilada hoja corta en sentido contrario nuestros nervios
y
esconde en las entrañas el sentido común juicioso y tolerante
sintiéndonos
a la par que solos, rotos, empujando la ira a bocajarro,
que
protegerá nuestros sentimientos del futuro incierto.
Así
nos privaremos de nuevos colores, aromas y emociones
haciendo
esquivo el deseo de arriesgar;
manteniendo
una distancia de mil fríos metros
entre
la neutra objetividad y el temeroso escepticismo,
sin
dar cabida al descubrimiento más inesperado.
El
miedo a la frustración nos recluirá en una celda de desapego
donde
la indiferencia será nuestro compañero y aliado,
liberándonos
de posibles disloques y dudosos entusiasmos.
Pero
el tiempo es un gran cauterizador de almas
y
la confianza regresa con la asignatura aprobada:
ya
no esperamos nada de nadie y nadie nos defrauda,
y
el desencanto y el enojo no puede alcanzarnos.
Regresar
Se mudó la
decepción. Se cambió de barrio, de ubicación.
Se llevó con
ella la soledad, el hastío y la enfermedad.
Dejando la
puerta bien abierta tras de sí
y nuevo
espacio en blanco para escribir.
Volver a ser
yo misma, tornando a sonreír
Cuidando a
la misma niña, más codiciosa y sabia,
sin apostar
la inocencia pero diestra en armas,
regreso a mi
apostura y a mi regia confianza.
Conquistando
los cebos que hechicen caricias
lujuria,
deseo, admiración, y foráneo recelo,
recupero mi
natura, afianzo mi cuerpo,
me fundo
en olas que embisten el miedo.
¡Ahora tengo
ansias de volver a sentir!
De provocar
reacciones, de aprender a mentir,
-¡Qué
tiemble mi cuerpo! ¡La mente a dormir!-
De morir de
placer mientras muero.
De vibrar
sin fingir.
Inquietud
Ando
asesinándome con preguntas empozoñadas,
de
la misma forma que me consumiría un cáncer.
Y
me debato entre llamas de ruindad e infamia
esperando
impaciente las estériles respuestas.
Creo
que en mis ojos todavía perdura un rastro
de
curiosidad. Vacilante.
La
retórica es ya un placebo para mis recovecos;
mis
labios ya no sentencian... no son verdugos.
Tan
sólo deseo precipitarme muy lejos de la felonía,
retirarme
muy dentro, reducida, y esconderme
donde
puedan protegerme las leyes de la mascarada.
Y
siento que en mis ojos todavía resiste un hilo
de
fervor y confianza. Latente.
La
candidez que antaño habitaba en mi talento
escogió
mudarse este invierno a otros lares,
dejando
un hondo pesar en sus lejanas pisadas
huyendo
del gris desencanto de la experiencia.
Pero,
creo que en mis ojos late un halo de esperanza.
Ilusión.
Al Viajero Cifrado
Tu música me hace
proyectar con claridad
todas las formas e
inquietudes que me atestan
despiertan en mí los
sistemas de locución
para gestar el medio
que concilie el caos.
Tu matemática me
socorre en mi obstruido meditar
los números actúan
como vínculo entre
mi sensatez y mis
empeños
y tornan lúcidos los
diversos trayectos.
Y siento turbación.
Cómo pueden los
sonidos atañar
de tal forma,
contribuir a reflexionar?
Cómo es posible que
otro sujeto, logre envolverte,
alcanzarte, tan
opuesto, tan cercano al mismo tiempo,
y hacer que te
sientas tan parejo?
Sentise tan próximo,
tan traducido, tan descifrado.
Arrebatarte. Azarar.
De pura intromisión.
Por simple aturdimiento.
Pavor por sentirnos
concluidos,
por sentirnos
desenmascarados.
Por mostrarnos
vulnerables.
Revelarnos.
Libros
De árboles y
hojas,
de letras y
palabras
por esbozos y
verbos,
hacía trayectos y leyendas:
En tus lomos
cabalgo regia
me busco en tus
maletas
hoy me pienso
una rosa
mañana
quizá, una hiedra
Viajo en ti
y en tus lares
me besan y
me proyectan
embebo de
esos pesares
y abro todas
las puertas
Y no me cansan
tus actores
ni me pesan arrugas y vedas
mientras confinas
mis temores
me ofreces
vino y tierras.
Calma
Aparentes ropajes de dudas te visten
inflamables a los dardos de mis miradas
que mis pies ya recorrieron mil distancias
antes de que se inventaran las excusas.
Tus razones repican como mentiras
en mi torpe y nerviosa intuición
que tan sólo tiene fe en el pasado
repleto de ganadas credenciales.
¿Fue el veneno de la desconfianza primero?
¿O los hechos los que alumbraron a la víbora?
Esa que ahora anida en nuestra cama
y nos aleja mientras moldeamos el futuro.
Vencerme quisiste con abrazos y calma
con veracidad y paciencia.
Ganarme, seducirme con palabras ciertas
con actos sin precedentes, sonrisas llenas,
como si tu mirada limpiase mi alma, por vez primera.
Juicio irreversible
Creo no tener dudas ya, mi creación de azul
linaje,
aunque oscilo entre temblorosa sospecha y credos,
de tus cándidas
formas y cautivadores movimientos.
De tus farsantes ojos, de oscura mirada párvula,
llenos de elaboradas maniobras y astutos cepos;
de tus besos de alquimia, promesas e incitantes fraudes,
para solapar de mis recónditos deseos
tus intenciones.
Te ayudaste sin permiso de mi anhelo para esbozarte
pero, querido ilusionista, todavía no
estoy tan ciego.
Y, aunque, esperanzado te invité a pasear
por mi biografía,
ahora te exilio de todo privilegio en carne y sueños.
Eres intuitivo… pero yo soy capaz.
La mente araña
La mente-araña que arrastra y aparta con sus trampas,
siempre manteniéndose tensa, vigilante y sin
descanso,
que invita a desencuentros y asépticas
distancias sin leguas
y
desgasta mis todavía tiernas y párvulas entrañas.
Roba inocencia canjeando falsos testimonios,
recuerdos viciados, miradas que traspasan las
vestiduras
y permanece apostada en hombros ajenos
cubriendo con fútil incomodidad al resto de
invitados.
DESCONFIANZA...
La dualidad
La
dualidad, extraña y fiel concubina durante el trayecto;
unas
veces conciliadora, otras henchida de rebelde sospecha,
llega
con urgencia para hostigar alimento, impaciente,
o
pausa los tiempos para desconcierto del espectador.
Cuando
descansa, fuera de mis obtusos confines,
permite
la lectura sin manuales, la interpretación certera,
sin
trampas para el viajero que ansía desnudar, explorar,
sosegadamente
y sin juicios livianos, bajo la carne.
Esa
dualidad, que revela el tono exacto del deseo
y
acobarda con los resultados de perfilar con él.
Rotula
el sabor que siempre hemos rastreado
y
nos transforma en prófugos de su reconocimiento.
Susurra
la melodía que puede conciliar con el alivio
y
muestra al instante la mordaz descarga de incapacidad.
Suelta
algo de cuerda, ambigua camarada... Dame holgura...
Me
romperé de tantos malabares por no pisar brasas y escarcha.
No
me robes tanta audacia, no aturdas mis intenciones;
permite
que baile en el centro de la sensatez por un instante,
que
mis manos ya protestan de tanto cavar en el ánimo
y
las mejillas vocean azules por las bofetadas.
De noche
Sosteniendo
la luna entre los dedos, con esperanza,
y
atravesar la ventana del tálamo de holganza,
intentando
con Plantxy-Birke vagar sin desplazarse,
con
el cuerpo inútil y el talento entumecido.
Las
noches son exuberantes de aplomo
para
esquivar las memorias que escuecen,
las
suturas aún sin cicatrizar,
y
la vigilia abraza voraz y glotona
envidiosa
de nuestra entereza.
Amparados
en recuerdos calmos y bellos,
manteniendo
hambriento el acecho del destino,
reparando
el encaje de la capa, las botas de mil leguas,
vistiendo
la inseguridad con ropa elegante,
alertas
para la embestida siguiente.
Arduas
tareas las de la noche,
cuando
los malos compañeros, esos falsos amigos,
nos
buscan con avidez y empeño,
para
aconsejar abanderados por la certeza.
¡Cuántas
veces os equivocáis, Duda, Timidez, Orgullo y Miedo!
Imposible
acallar vuestras voces maliciosas,
sólo
resta esquivaros en el ángulo de la almohada
y
esperar que el cansancio os aletargue... Por esta noche.
Deseo
Voy
a devorar tu mente...
A
absorber todos tus conocimientos, tus maneras, tus vidas...
Viviré
dentro de ti, apoderándome de cada parcela de tu ser.
Y
lo haré a través de tu piel, de tu saliva, de tu mirada... tu tacto...
Borraré
de tu mente cualquier pasado,
te
haré adicto a mi sabor, a mi olor, a mi cuerpo,
arrastrándote
inexorablemente hacia mi.
Tú
te enredarás en mi pelo, en mis labios, en mis piernas...
libremente,
sin querer evitarlo, empequeñeciendo,
dándome
todo ese poder, ese placer exquisito,
de
la entrega absoluta y la sumisión.
Me alimentaré de ti, como un parásito
imposible,
como
tu peor mal sueño, tu deseo hecho carne,
haciéndote
creer que soy tú mismo.
Tu
búsqueda ha finalizado: soy yo, sí...
Me
encontraste por fin...
Apasionada
y caliente, húmeda, entregada y complaciente,
preparada
para ti en todo momento,
pero
sólo será una ilusión: lo único certero es la crueldad.Son las mentes-araña de caderas regias que desean controlar el mundo...
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