Y tu sombra se resiste a partir, siguiéndote.
Se ha
instalado junto al ventanal. Atrapado en un marco de 9x13 tu sabor se obstina
en no liberarme, en no permitir que lave las memorias lacerantes. Memorias que
aun escuecen cuando se giran y se me enfrentan, arrogantes.
Pequeño recipiente
de hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, carbono y agua, de ojos profundos y mirada
párvula. Y yo adicto a esa densidad etérea! Si eres agua, por qué no puedo amar
al mar?
Valiente me dispongo,
pero, a cada paso retrocedo y estoy más lejos de mi empeño. Época de hambre sin
apetito. Tiempos de roce sin comparsa. Ciclo de bálsamos que no cicatrizan. Se
puede embotellar el dolor? Añejar tu recuerdo en roble y canela? Me pierdo en
mi cama, que ya no arde y está más vacía que nunca, y no quiero encontrar el
camino de vuelta. Y son mis infinitos dedos los que devuelven caricias a mi
espalda al abrazarte.
Para mi amigo, ese al que los insectos todavía no devoraron la mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.