domingo, 28 de julio de 2013

La noche de los Hipsters vivientes

Noche de calor pegajosa, de las que el asfalto se adhiere a las suelas cansadas. Bochorno, quemazón interna, que ni las cervezas enlatadas, al suelo arrimadas, alivian. Volvemos a encontrarnos los tres, como tantas noches, entre risas, miradas y consuelos, de esos que sólo la confianza trabajada y la creencia recorrida avalan. Y me hablan de nuevos géneros, de nuevas fórmulas. La misma basura con diferente disfraz. "Te hablarán de cortos, de espiritualidad, de forma profunda" me advierten, entre espumarajos huyendo de mí por la nariz. "Están por todas partes; no los has visto?", y yo en mi retiro de ciento ochenta días, ignorante de lo que se avecina. "Son listos, y rápidos", me previenen. Y ya no es miedo lo que siento. Si no, cada vez, más lástima. A nuestro lado, ponen la banda sonora unos desapegados de fingidas felicidades por su exiliada necesidad social. Son lo mismo, pero en lugar de camisas de cuadros y largas barbas de imitación leñadora, se pintan con dos dedos de mugre y ropas ajadas. Y todos se ven diferentes. Y todos se ven únicos. Y no son más que la misma inmundicia con diferente traje. Y se levantan y vienen a alimentarse de tu cerebro. Intentan meter en tu mente nuevos ideales, que son los mismos que me abochornan, adornados con insólitos lenguajes. Modernos falsos profetas portadores de la verdad absoluta. Y sólo necesito huir. Lejos de una especie que no me corresponde, que no me representa y que me hace sentir tan avergonzada... Menos mal que en mi camino me crucé con algunos de vosotros, que sois partes de mi reflejo. Si no, ya me habría escondido en las galerías de los Morlocks. Allí me sentiría más a salvo.



jueves, 18 de julio de 2013

65% agua

Y tu sombra se resiste a partir, siguiéndote. 
Se ha instalado junto al ventanal. Atrapado en un marco de 9x13 tu sabor se obstina en no liberarme, en no permitir que lave las memorias lacerantes. Memorias que aun escuecen cuando se giran y se me enfrentan, arrogantes. 
Pequeño recipiente de hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, carbono y agua, de ojos profundos y mirada párvula. Y yo adicto a esa densidad etérea! Si eres agua, por qué no puedo amar al mar?


Valiente me dispongo, pero, a cada paso retrocedo y estoy más lejos de mi empeño. Época de hambre sin apetito. Tiempos de roce sin comparsa. Ciclo de bálsamos que no cicatrizan. Se puede embotellar el dolor? Añejar tu recuerdo en roble y canela? Me pierdo en mi cama, que ya no arde y está más vacía que nunca, y no quiero encontrar el camino de vuelta. Y son mis infinitos dedos los que devuelven caricias a mi espalda al abrazarte. 

                
             Para mi amigo, ese al que los insectos todavía no devoraron la mirada.

lunes, 15 de julio de 2013

Renata


Venerando esos ojos del color de la ternura,
que miran velados por el padecimiento y las décimas,
ya no sostienen júbilo ni recuerdo, distantes,
y envenena mis entrañas el lastre de la impotencia.

El dolor oxida los engranajes de la carne,
cubriéndolos con densa tristeza y pesar
y esa puta codiciosa gana la partida otra vez
llevándose todo lo que amo, mi voluntad.

Pero yo te haré inmortal, pequeña mía,
nunca te dejaré.


viernes, 12 de julio de 2013

We all know it



I know, the past will catch you up as you run faster.
I know, the last in line is always called a bastard.
I know, the past will catch you up as you run faster.
I know.
I know.

Literatura

Tenía un estudio. Donde editaba, escribía, leía y comía mandarinas.


Camino inédito

Y el vacío, lentamente, sin dar muestras, se fue llenando:
de miradas, de tactos, de sobrecogimientos y sorpresa.
Y marcaron un nuevo camino en el agotado mapa
más llano, más sencillo, repleto de conquista,
inéditas imágenes y fortuita música engarzada.

Y no había en él párvulos profetas, ni fariseos poetas
si no, pinos Bristlecone, ofreciendo sabia sombra,
suave tacto e imprevistas y templadas experiencias.

Y sin compañeros, con anhelo y demanda, comenzaron los pasos.
Llenos de ilusión y de curiosidad de la mano de la firmeza
Esperando encontrar paradores magníficos, invencibles,
que ofrecen sin pago inmaculadas y amables turquesas.

Y ese camino inédito me llevara a la codiciada mejora.
A lo que siempre he soñado , esperando sutil cual creadora,
perdiendo en el camino miedos, llanto y pereza,
fijando la mirada en el filo de la hermosa aurora.

Dulce Navidad

Miradas henchidas de exilio y duelo
disfrazadas de asumido y obligado olvido
copas repletas de sonrisas de ansiedad y fraude
nostalgia que se sienta ante un plato vacio.

Puta retórica mezquina,           
que obliga a vivir en una jaula acolchada de mentiras.

No siento felicidad ni armonía
ni ilusión, afecto o ternura.
Vacío oscuro llena mis pulmones
y corta en sentido contrario mis emociones.

Ausencia espesa y adherida
a apegos de párvula infancia.
Áspera torna mi piel dejando dormidas mis esperanzas
y no soy capaz de embaucar al público con alegrías.

Encuentro


En la danza carnavalesca del viaje
andamos velados tras antifaces de amparo,
coreografiados como títeres por el azar
intuyéndonos entre la multitud de colores.

30 noches tardó tu ausencia en partir,
en las maletas, mis sonrisas robadas,
dejando mi mente por fin descansar.
¿Quien abrió la frontera de mi cuerpo?
¿Quien te permitió invadir mi lecho?
Acaso te invité sin tener consciencia.

El encuentro que perduró en la nostalgia
se hizo fuerte en nuestra memoria,
dando esquinazo y espalda a la evidencia
chantajeando a nuestros sinceros anhelos.

Aléjate de desleales resignaciones,
conformismos y tolerancias moldeadas.
De ruegos y vaporosas modificaciones.
No colabores en los intrigas de la soledad;
ella propicia el tropiezo en su provecho
convirtiéndolo en el esperado hallazgo
que desde los sueños toma cuerpo.

Decepción


¿Que sentimos cuando nos descubrimos decepcionados?
Nos sentimos estúpidos y traicionados.
Y se enrocan como un erizo nuestros sentidos,
dejando alerta al mas afligido de los recelos.

Una afilada hoja corta en sentido contrario nuestros nervios
y esconde en las entrañas el sentido común juicioso y tolerante
sintiéndonos a la par que solos, rotos, empujando la ira a bocajarro,
que protegerá nuestros sentimientos del futuro incierto.

Así nos privaremos de nuevos colores, aromas y emociones
haciendo esquivo el deseo de arriesgar;
manteniendo una distancia de mil fríos metros
entre la neutra objetividad y el temeroso escepticismo,
sin dar cabida al descubrimiento más inesperado.

El miedo a la frustración nos recluirá en una celda de desapego
donde la indiferencia será nuestro compañero y aliado,
liberándonos de posibles disloques y dudosos entusiasmos.

Pero el tiempo es un gran cauterizador de almas
y la confianza regresa con la asignatura aprobada:
ya no esperamos nada de nadie y nadie nos defrauda,
y el desencanto y el enojo no puede alcanzarnos.

Regresar

Se mudó la decepción. Se cambió de barrio, de ubicación.
Se llevó con ella la soledad, el hastío y la enfermedad.
Dejando la puerta bien abierta tras de sí
y nuevo espacio en blanco para escribir.

Volver a ser yo misma, tornando a sonreír
Cuidando a la misma niña, más codiciosa y sabia,
sin apostar la inocencia pero diestra en armas,
regreso a mi apostura y a mi regia confianza.

Conquistando los cebos que hechicen caricias
lujuria, deseo, admiración, y foráneo recelo,
recupero mi natura, afianzo mi cuerpo,
me fundo en  olas que embisten el miedo.

¡Ahora tengo ansias de volver a sentir!
De provocar reacciones, de aprender a mentir,
-¡Qué tiemble mi cuerpo! ¡La mente a dormir!-
De morir de placer mientras muero.

De vibrar sin fingir.





Inquietud

Ando asesinándome con preguntas empozoñadas,
de la misma forma que me consumiría un cáncer.
Y me debato entre llamas de ruindad e infamia
esperando impaciente las estériles respuestas.

Creo que en mis ojos todavía perdura un rastro
de curiosidad. Vacilante.

La retórica es ya un placebo para mis recovecos;
mis labios ya no sentencian... no son verdugos.
Tan sólo deseo precipitarme muy lejos de la felonía,
retirarme muy dentro, reducida, y esconderme
donde puedan protegerme las leyes de la mascarada.

Y siento que en mis ojos todavía resiste un hilo
de fervor y confianza. Latente.

La candidez que antaño habitaba en mi talento
escogió mudarse este invierno a otros lares,
dejando un hondo pesar en sus lejanas pisadas
huyendo del gris desencanto de la experiencia.

Pero, creo que en mis ojos late un halo de esperanza.
Ilusión.



Al Viajero Cifrado

Tu música me hace proyectar con claridad
todas las formas e inquietudes que me atestan
despiertan en mí los sistemas de locución
para gestar el medio que concilie el caos.

Tu matemática me socorre en mi obstruido meditar
los números actúan como vínculo entre
mi sensatez y mis empeños
y tornan lúcidos los diversos trayectos.

Y siento turbación.

Cómo pueden los sonidos atañar
de tal forma, contribuir a reflexionar?
Cómo es posible que otro sujeto, logre envolverte,
alcanzarte, tan opuesto, tan cercano al mismo tiempo,
y hacer que te sientas tan parejo?
Sentise tan próximo, tan traducido, tan descifrado.
Arrebatarte. Azarar.
De pura intromisión. Por simple aturdimiento.
Pavor por sentirnos concluidos,
por sentirnos desenmascarados.
Por mostrarnos vulnerables.
Revelarnos.








Libros

De árboles y hojas,
de letras y palabras
por esbozos y verbos,
hacía  trayectos y leyendas:

En tus lomos cabalgo regia
me busco en tus maletas
hoy me pienso una rosa
mañana quizá, una hiedra

Viajo en ti y en tus lares
me besan y me proyectan
embebo de esos pesares
y abro todas las puertas

Y no me cansan tus actores
ni me pesan  arrugas y vedas
mientras confinas mis temores
me ofreces vino y tierras.

Calma

Aparentes ropajes de dudas te visten
inflamables a los dardos de mis miradas
que mis pies ya recorrieron mil distancias
antes de que se inventaran las excusas.

Tus razones repican como mentiras
en mi torpe y nerviosa intuición
que tan sólo tiene fe en el pasado
repleto de ganadas credenciales.

¿Fue el veneno de la desconfianza primero?
¿O los hechos los que alumbraron a la víbora?
Esa que ahora anida en nuestra cama
y nos aleja mientras moldeamos el futuro.

Vencerme quisiste con abrazos y calma
con veracidad y paciencia.
Ganarme, seducirme con palabras ciertas
con actos sin precedentes, sonrisas llenas,
como si tu mirada limpiase mi alma, por vez primera.

Juicio irreversible

Creo no tener dudas ya, mi creación de azul linaje,
aunque oscilo entre temblorosa sospecha y credos,
de tus cándidas formas y cautivadores movimientos.
De tus farsantes ojos, de oscura mirada párvula,
llenos de elaboradas maniobras y astutos cepos;
de tus besos de alquimia, promesas e incitantes fraudes,
para solapar de mis recónditos deseos tus intenciones.

Te ayudaste sin permiso de mi anhelo para esbozarte
pero, querido ilusionista, todavía no estoy tan ciego.
Y, aunque, esperanzado te invité a pasear por mi biografía,
ahora te exilio de todo privilegio en carne y sueños.

Eres intuitivo pero yo soy capaz.


La mente araña


La mente-araña que  arrastra y aparta con sus trampas,
siempre manteniéndose tensa, vigilante y sin descanso,
que invita a desencuentros y asépticas distancias sin leguas
y desgasta mis todavía tiernas y párvulas entrañas.

Roba inocencia canjeando falsos testimonios,
recuerdos viciados, miradas que traspasan las vestiduras
y permanece apostada en hombros ajenos
cubriendo con fútil incomodidad al resto de invitados.

DESCONFIANZA...









La dualidad

La dualidad, extraña y fiel concubina durante el trayecto;
unas veces conciliadora, otras henchida de rebelde sospecha,
llega con urgencia para hostigar alimento, impaciente,
o pausa los tiempos para desconcierto del espectador.
Cuando descansa, fuera de mis obtusos confines,
permite la lectura sin manuales, la interpretación certera,
sin trampas para el viajero que ansía desnudar, explorar,
sosegadamente y sin juicios livianos, bajo la carne.

Esa dualidad, que revela el tono exacto del deseo
y acobarda con los resultados de perfilar con él.
Rotula el sabor que siempre hemos rastreado
y nos transforma en prófugos de su reconocimiento.
Susurra la melodía que puede conciliar con el alivio
y muestra al instante la mordaz descarga de incapacidad.

Suelta algo de cuerda, ambigua camarada... Dame holgura...
Me romperé de tantos malabares por no pisar brasas y escarcha.
No me robes tanta audacia, no aturdas mis intenciones;
permite que baile en el centro de la sensatez por un instante,
que mis manos ya protestan de tanto cavar en el ánimo
y las mejillas vocean azules por las bofetadas.


De noche

Sosteniendo la luna entre los dedos, con esperanza,
y atravesar la ventana del tálamo de holganza,
intentando con Plantxy-Birke vagar sin desplazarse,
con el cuerpo inútil y el talento entumecido.

Las noches son exuberantes de aplomo
para esquivar las memorias que escuecen,
las suturas aún sin cicatrizar,
y la vigilia abraza voraz y glotona
envidiosa de nuestra entereza.

Amparados en recuerdos calmos y bellos,
manteniendo hambriento el acecho del destino,
reparando el encaje de la capa, las botas de mil leguas,
vistiendo la inseguridad con ropa elegante,
alertas para la embestida siguiente.

Arduas tareas las de la noche,
cuando los malos compañeros, esos falsos amigos,
nos buscan con avidez y empeño,
para aconsejar abanderados por la certeza.
¡Cuántas veces os equivocáis, Duda, Timidez, Orgullo y Miedo!
Imposible acallar vuestras voces maliciosas,
sólo resta esquivaros en el ángulo de la almohada
y esperar que el cansancio os aletargue... Por esta noche.


Deseo




Voy a devorar tu mente...

A absorber todos tus conocimientos, tus maneras, tus vidas...
Viviré dentro de ti, apoderándome de cada parcela de tu ser.
Y lo haré a través de tu piel, de tu saliva, de tu mirada... tu tacto...
Borraré de tu mente cualquier pasado,
te haré adicto a mi sabor, a mi olor, a mi cuerpo,
arrastrándote inexorablemente hacia mi.

Tú te enredarás en mi pelo, en mis labios, en mis piernas...
libremente, sin querer evitarlo, empequeñeciendo,
dándome todo ese poder, ese placer exquisito,
de la entrega absoluta y la sumisión.

Me alimentaré de ti, como un parásito imposible,
como tu peor mal sueño, tu deseo hecho carne,
haciéndote creer que soy tú mismo.
Tu búsqueda ha finalizado: soy yo, sí...
Me encontraste por fin...
Apasionada y caliente, húmeda, entregada y complaciente,
preparada para ti en todo momento,
pero sólo será una ilusión: lo único certero es la crueldad.


Son las mentes-araña de caderas regias que desean controlar el mundo...