domingo, 20 de diciembre de 2020

Idiomas

 

Debo aprender los nuevos idiomas, las nuevas fórmulas;

jergas de trueques y permuta con caducidad.


Yo pido agua y me ofrecen seductor vino.

Pregunto qué camino seguir y me recitan poesía.

Lauro la belleza y me devuelven mendacidad.

Me atrevo a compartir y recibo áspera ficción.

Algo no estoy haciendo bien.


Debería estudiar en la escuela de la tecnología, esa en que las máscaras pueblan adulterando los cuerpos, ahí donde la inseguridad se torna ejemplo y el recorrido se puede trasmutar creando soberbias fábulas de ingenio.

¡Por fin una realidad en donde se puede ser quien se desee!, crear una nueva y augusta identidad... por un tiempo.

Existencia de cómodo sofá y calefacción. De adusto pijama y seguro hogar.

Donde no se exige mostrar evidencias, se invierte tiempo remanente y la mediocridad se maquilla con tamices de nombres técnicos. Donde el tamaño de los labios y abdominales son imposibles, el cabello siempre luce recién peinado y todos sonríen muy felices y nos regalan consignas para mejorar o para indicarnos qué debemos comer. Como ellos. Como clones.

La competición envalentona y desorienta el límite del ridículo.


Pero seguiré en mi patria de lengua antediluviana por un tiempo: creo que comienza a gustarme mi cicatriz y que mi soledad se trunque por la compañía de imperfecta realidad, risas veraces y francas miradas, suspirados tactos y sin juicios ladinos, llenando el paladar después de ese pastel de nata y fresas silvestres de Mauri o de musical merengue inesperado.







sábado, 28 de noviembre de 2020

La promesa

 https://youtu.be/f8Yd6KluSEk  


La pesada escarcha en sus pestañas,

imperceptibles lagrimas endurecidas por la amargura,

lisiando sus ojos, vetando la vista del dorso alejándose aquella tarde...

al final del verano.

Él, que prometió no dejarla partir con aquel baúl de sincronía.

La estatua binaria que añora lo que nunca jamás sucedió,

con el corazón ajado y arrecido, de pie,

estático y perenne, firmes sus piernas pese al temblor.

Su voz huyó junto con su determinación y osadía, robándole el verbo.

Toda la ensayada ofrenda ascendiendo hacia las confortables nubes

tan lejanas ya como su empeño.

Y se enrocó, con pensamientos de desapego y farisea opulencia,

que ni le sacia ni le alimenta, exuberantes fragancias sin solidez.

Ladeó su cabeza, tras el primer latigazo de realidad

recogido en su puño el tormento,

y comenzó a caminar opuestamente, hacia el invierno.


01-11-2020


viernes, 13 de noviembre de 2020

Pútrida seguridad

 

La escarcha, obstinada, fue recorriendo las arterias,

atascándolas,

privando de calidez toda la moldura,

exhalando un hálito de hollín, craso y gris,

que impide atisbar la estancia, antes candente y rojiza

como en un apasionado atardecer de estío.


El reflejo no torna la misma mirada,

la superficie es más fría y opaca,

el verbo no escala, olvidó trepar...

Ya no seduce ni fascina.

La farsa ha sido desvestida:

sólo queda la pútrida realidad.


sábado, 31 de octubre de 2020

Símiles


Arrastrados por pasiones del sinsentido,

bravas conquistas os reafirman,

y perdidos entre la carne y vuestro método

andáis buscando chamán que vuestro mal alivie.

Cazadoras nerviosas a la conquista de banderas!

Perdéis todo lo ansiado cruzando vuestra frontera.

Es la carne, la carne, vuestra única intención y meta.

Probad a follaros a la mente! Sed valientes!

Pero en batallas perdidas nunca apostáis,

que es desafío escuece y vuestra lanza altera.

Tantos jardines, tantos brotes de novicios efluvios!

Porciones por degustar, tantas experiencias!

Podéis ir cubriendo nublados retos y metas.

Que aciago pertenecer a la mediocridad!

Ser exacto, una calco gris de lo demás.

Id fluyendo en el desatino...

Repetidos mantras de cuna

os mecerán en vuestro camino.



viernes, 9 de octubre de 2020

Durante la lluvia

 

Las primeras gotas de lluvia

me invitan:

galopo a las calles

sonriendo palpitante,

quiero agua en mi frente,

en mis manos,

la frescura y humedad en mi semblante.


Mi cabello cubierto por sutil rocío,

mis pestañas,

mis hombros libando,

rapaza que salta de aguazal a charco,

esquivando en trote al escudado gentío.


Y no escapo, juego;

rio, salto, canto y bailo,

al son de estruendosos truenos,

soy candente alborozo en los inviernos.



sábado, 3 de octubre de 2020

Insurrección

 

No puedo arraigarme donde no deseo

ni medrar en muros de ineptitud.


Inhabilitada para el uso de antifaces

y fraudes del verbo,

me resisto a farsantes ánimas que acechan

atrincherada en bastiones de certeza.


No debo combatir ni erosionarme

por roces sin posteridad,

yo soy agua, fluyendo incesante

entre angostas rocas, hacia el mar.


Párvula y natural, ella habita en mi

creciendo entre risas y alborozo,

previniendo sagaz desde su candor,

hasta que en mis ojos habiten las nubes.


Para mi amiga...



sábado, 26 de septiembre de 2020

¿Inclusión?

 

Ahora somos ellas...

Ya no necesitan la castración, tan sólo señalar.


No era suficiente desmasculinizar, quieren mutilar.

Cohibir nuestra naturaleza, nuestra virilidad;

ahora yo soy ella, y ella es...? La que manda y ordena.


Que observemos mientras estallan en colores.

Mira pero no toques; toca pero no disfrutes...

Aduanas impuestas por rancios y vetustos rencores.


Elefantes y víboras decolorados por Principesas

las mismas que subastan a saldo sus ósculos y piel

orgullosas blandiendo sus exultantes banderas.


Triunfos de catódicas leyes y oportunistas dirigentes

aniquilando biología y ancestrales memorias heredadas,

orden innato calcinado a los 451 grados convenientes.


Sus reglas son nuestra libertad, prestada y condicional.

Nuestros ojos postulando un perdón preventivo,

deseo cohibido que acudirá ya extinto a su funeral.


El futuro depara galeras de pesadas cadenas

preceptos de escasas fronteras, límites que prenderán

a los furtivos que osados atesoren su dignidad.



sábado, 19 de septiembre de 2020

Blabla bla bla

 

Bla, bla bla blabla blabla bla

blabla blabla blabla bla blabla blablabla

Bla bla blablabla bla bla blabla bla bla blalba bla bla blabla bla bla blablabla bla bla blablabla

Bla blabla blablablabla bla bla blablablabla blablablabla bla bla

la blablabla bla bla blablablabla bla blabla blablabla blabla blabla bla bla bla blabla bla

bla blablabla blablabla bla bla blablabla blablablabla bla blablabla

bla bla blabla bla blabla blablabla

bla blabla bla bla blablablabla

Bla Blabla bla blablabla blablablabla bla blablablabla bla blablabla

bla blablabla bla blabla blablablabla bla blablabla

bla blabla blablablabla bla bla blablablablabla

Bla blablabla bla blabla bla blablabla Blablabla

Bla blabla bla bla Blablabla blabla bla blablabla bla blablablabla bla blabla blabla bla blablablabla.



domingo, 13 de septiembre de 2020

La fábula de la Terminal 1

 

Amores de veinte minutos,

pasiones incomparables,

teamos” de cantinela,

y mentiras en tela de araña...



Veinte minutos de colisión fueron suficiente...

La retina obturó forma y gesto. Sucinto recuerdo que perduró sempiterno en la memoria.

Meses de latente turbación y relegada mística presencia, gestando suspendida vehemencia y adoración en coltán.

La anónima señal rescató su intensa mirada y la reconocida fragancia acudió veloz a su corteza entorrinal. Selecto glosario de seductoras promesas, impulsaron deseos y carencias, afligidos desaires sin cauterizar. Acariciando las precisas teclas, con alegoría de cristal, se erectó el amor. Desvanecidos los tormentos pasados sólo aguardaba la sincronía nupcial.

Irrefutable franqueza, desnudos los errores e infancia, sin disfrazar la más mínima fracción, comenzando limpio, diferente, ¡no desean repetir patrones ni sentir lo evocado!

Ese inflamado e incuestionable amor fue cuajando en la distancia, pero adobado por tiempos legítimos de incondicional entrega y fidelidad absoluta. Deleitada suspensión.

La espera de contenidas lágrimas al otro lado de la puerta, arrastrando la maleta repleta de biografía inconfesa, despertó el miedo: ¡su deseo y amor barrerían los recelos e inseguridades!

La imagen impronta tiempo ha no estaba siendo honesta: no había reconocimiento ni cercanía. Dos desconocidos encaminados a un hogar construido desde la quimera.

Al entrar, ella posó su mano en el hombro de él, y le contempló con aquella mirada en la que una vez se perdió. Pero en esta ocasión, el frío de la decepción le atravesó escarchando sus arterias.

Él sintió el peso de su ignorancia e ingenuidad, del forzado credo, y sintió alivio.

Te llamaré cuando esté alojada”, mientras cruzaba su último umbral. Él nunca esperó.


viernes, 28 de agosto de 2020

El espía

 

Suspender el instante,

capturar el momento.

Su curiosa inocencia,

tu flagrante talento.


Tú, su fiel, discreta sombra en movimiento...

Compañero infatigable de recreo y contentos,

sigues sus pausas y ritmos, todos sus tempos.

Él distraído, prosopopeya alegrías y juegos.





sábado, 1 de agosto de 2020

Rabbit face

Te acercas pausado... exquisito.


Sin apremio, con sutileza.

Movimientos serenos, subliminales;

desconocidas pasiones me despiertas.


Bribón descarado,

de ojos lúcidos y versados,

gesto pícaro en tus astutos labios,

ingeniosa boca sin sed.


Cándida malicia de estimulante juego,

travesura infante de colorista risa y gozo,

que me mantiene despierta y codiciosa.


Adicta ya a tus versos , compases y tempos.

Vencida y rendida, me tiendo... y espero...




martes, 28 de julio de 2020

Joseph and the pianito...

Ojalá pueda sublimar su saliva en mi piel

y amanecer con la brisa entre sus dedos;

intimidad desobediente.


El grito de la humedad en los oídos

como un eco lascivo de cada capítulo desandado;

acostándome con sus susurros

en la gruta secreta donde resucitan

aquellos roces como balas

saliendo de los cartuchos,

acribillando mi Ser.


Sé que algo se estremece

pero se arquea dentro de un espejismo,

codiciando el credo del alquimista

labrando este mundo que elegimos;

anhelo su franqueza y su olvido agonizando

mientras me muestra el camino

como un jinete cabalgando los secretos,

desciende a través del río donde resucité

tan inalcanzable como verde;

ya no queda tiempo para pausas

ni para el invierno.



Gracias, por todo lo aprendido... Gracias, por compartir el camino... Gracias, gracias, gracias...


Pausas y arrebatos

Y quiero la brisa de sus dedos, leve intimidad;

la cálida humedad en mi oído, lascivo eco.

Susurros de palabras que son roces;

consumado tiempo ha, hoy azar revisitado.


Mente que me abrasa por dentro,

imantado cuerpo que incendia mi ser,

estremeciendo mi nervadura en sentido inverso.

Codicio ser novel en credo, causa y efecto.


Anhelo franqueza de gestos y verbo,

qué se inicien las teclas de mis secretos.

¡Inalcanzables deseos los míos!... Pueriles...

Ya no queda tiempo para pausas y arrebatos.



sábado, 18 de julio de 2020

You're tearing me apart


Destrózame.... haz de mi cien mil vacuos fragmentos.
Segméntame... descomponme en reflejos de opacidad.
Desarticula mis correosos y encriptados códigos.
Desmonta mi sinopsis, mi esencia y viscosa materia.

Dispérsame... haz de mi la interminable ausencia.
Condéname a fronteras de inútil carne e intenciones.
Lanza mis escasos talentos contra partituras de ingenio.
Arrójame averiada al desierto del desmesurado olvido.

Lo intentarás y pretenderás, una y otra vez... una más...
sin vislumbrar cuáles son las excusas o pretextos.

Y volverás a alcanzar mi mano, mientras me alejo de ti;
esta vez mi dorso devolverá tu impostora sonrisa.
Tras toscas costuras, sólo resiste la serena fortaleza.
Y ya no quiero más tu hipnótica boca ni caricias que incendian.

jueves, 9 de julio de 2020

El camino


Ven aura, ven... abrázame tenue.
Toma suave mi mano e invéntame atrevido.
Impúlsame a anhelar... motívame.
Convénceme, para regio, iniciar el camino.

Mientras armónica susurras a mi oído,
la senda, tal vez, vasta y desconocida,
turbadora de hechicero verde y ocre,
nos envolverá; melosa guiará el destino.

Avanzamos juntos, tú y yo, brisa.
El camino se extiende sin mapas.
Nos amparan bucólicos pastores
que mecen su cabello con tu roce.

domingo, 9 de febrero de 2020

PARA BERTO



Para ti Berto, Rigoberto, Bertolucci... mi mejor amigo... mi alegría y mi consuelo...
Mi perruno, mi gordo, mi pitu... mi compañero de vida... mi niño.

Tan tímido y prudente siempre. Tan dicharachero y risueño. Todo amor en tu mirada.
Entero dulzura y ternura en tus cinco kilines y medio.

Siempre viniendo a recibirme cuando llegaba y despidiéndome todas las mañanas...
Siempre a mi lado. En las noches, viendo nuestra serie favorita, y estirado entre mis brazos al dormir. Ladeabas tu cabecita para mirarme, con esos ojos de amor infinito. Tu delicado maullidito reclamando mimos o atención me hacía quererte aún más, si cabe!

Cómo me hacías reír en tus batallas imaginarias con las sardinas, Bizco y Pérez!
Y con tus veloces carreras de cachorro cuando salías del aseo!
Cuánto hemos sonreído al verte panza arriba, haciendo tus ruiditos de paloma!

Qué valiente siempre en todas tus pruebas medicas e ingresos!!! Y qué bueno siempre para tomar tus interminables sesiones de medicinas! Ni un mal gesto. Ni un reproche. Ni un enfado.
Resignado, las tomabas una tras otra y luego eras el de siempre. Al igual que en las eternas idas y venidas al veterinario. Paciente y agradecido, además.

No ha habido un compañero más cariñoso ni cuidadoso: con tu patita me tocabas, ligero, casi imperceptible, para que te prestase atención, con una dulzura incomparable.

Cómo disfrutabas curioseando todo lo que era nuevo! Desde un alimento a un calcetín. Te entusiasmaba olerlo todo! Tú pequeña naricilla rosada se movía de una forma tan bonita.

Y tu olor... podía pasar el tiempo sólo abrazada a ti oliéndote. Me llenaba de paz y felicidad el ser consciente de que estabas ahí, conmigo, y tan cerca y deseaba parar en ese instante, que no transcurriera el tiempo. No necesitaba nada más. Sólo que tú estuvieras sano, feliz y dicharachero.

Ahora pienso en que debería haber pasado más tiempo contigo... que debería haber jugado más, haberte acariciado más, haberte prestado todavía más atención... A veces, por cansancio del día a día, a veces por mis malditas preocupaciones. Lo siento tanto, Berto!!!

No puedo borrar mis errores, cómo pude dejarte partir durante aquel tiempo? Pero volviste a mi, y te prometí que tu vida será la mejor. Que nunca te dejaría. Que te cuidaría y amaría para siempre.

Ahora nos has dejado. Y el dolor es infinito, insoportable. El vacío, profundo y oscuro, desconsolado, que nada ni nadie podrá llenar.

Mi niño... mi amor... mi amigo... mi compañero... mi todo. El amor de mi vida has sido y serás por siempre.

Nunca dejaré de quererte desde lo más hondo de mis entrañas. Mi Berto.


08/02/2020