No puedo arraigarme donde no deseo
ni medrar en muros de ineptitud.
Inhabilitada para el uso de antifaces
y fraudes del verbo,
me resisto a farsantes ánimas que acechan
atrincherada en bastiones de certeza.
No debo combatir ni erosionarme
por roces sin posteridad,
yo soy agua, fluyendo incesante
entre angostas rocas, hacia el mar.
Párvula y natural, ella habita en mi
creciendo entre risas y alborozo,
previniendo sagaz desde su candor,
hasta que en mis ojos habiten las nubes.
Para mi amiga...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.