martes, 28 de julio de 2020

Joseph and the pianito...

Ojalá pueda sublimar su saliva en mi piel

y amanecer con la brisa entre sus dedos;

intimidad desobediente.


El grito de la humedad en los oídos

como un eco lascivo de cada capítulo desandado;

acostándome con sus susurros

en la gruta secreta donde resucitan

aquellos roces como balas

saliendo de los cartuchos,

acribillando mi Ser.


Sé que algo se estremece

pero se arquea dentro de un espejismo,

codiciando el credo del alquimista

labrando este mundo que elegimos;

anhelo su franqueza y su olvido agonizando

mientras me muestra el camino

como un jinete cabalgando los secretos,

desciende a través del río donde resucité

tan inalcanzable como verde;

ya no queda tiempo para pausas

ni para el invierno.



Gracias, por todo lo aprendido... Gracias, por compartir el camino... Gracias, gracias, gracias...


Pausas y arrebatos

Y quiero la brisa de sus dedos, leve intimidad;

la cálida humedad en mi oído, lascivo eco.

Susurros de palabras que son roces;

consumado tiempo ha, hoy azar revisitado.


Mente que me abrasa por dentro,

imantado cuerpo que incendia mi ser,

estremeciendo mi nervadura en sentido inverso.

Codicio ser novel en credo, causa y efecto.


Anhelo franqueza de gestos y verbo,

qué se inicien las teclas de mis secretos.

¡Inalcanzables deseos los míos!... Pueriles...

Ya no queda tiempo para pausas y arrebatos.



sábado, 18 de julio de 2020

You're tearing me apart


Destrózame.... haz de mi cien mil vacuos fragmentos.
Segméntame... descomponme en reflejos de opacidad.
Desarticula mis correosos y encriptados códigos.
Desmonta mi sinopsis, mi esencia y viscosa materia.

Dispérsame... haz de mi la interminable ausencia.
Condéname a fronteras de inútil carne e intenciones.
Lanza mis escasos talentos contra partituras de ingenio.
Arrójame averiada al desierto del desmesurado olvido.

Lo intentarás y pretenderás, una y otra vez... una más...
sin vislumbrar cuáles son las excusas o pretextos.

Y volverás a alcanzar mi mano, mientras me alejo de ti;
esta vez mi dorso devolverá tu impostora sonrisa.
Tras toscas costuras, sólo resiste la serena fortaleza.
Y ya no quiero más tu hipnótica boca ni caricias que incendian.

jueves, 9 de julio de 2020

El camino


Ven aura, ven... abrázame tenue.
Toma suave mi mano e invéntame atrevido.
Impúlsame a anhelar... motívame.
Convénceme, para regio, iniciar el camino.

Mientras armónica susurras a mi oído,
la senda, tal vez, vasta y desconocida,
turbadora de hechicero verde y ocre,
nos envolverá; melosa guiará el destino.

Avanzamos juntos, tú y yo, brisa.
El camino se extiende sin mapas.
Nos amparan bucólicos pastores
que mecen su cabello con tu roce.

domingo, 9 de febrero de 2020

PARA BERTO



Para ti Berto, Rigoberto, Bertolucci... mi mejor amigo... mi alegría y mi consuelo...
Mi perruno, mi gordo, mi pitu... mi compañero de vida... mi niño.

Tan tímido y prudente siempre. Tan dicharachero y risueño. Todo amor en tu mirada.
Entero dulzura y ternura en tus cinco kilines y medio.

Siempre viniendo a recibirme cuando llegaba y despidiéndome todas las mañanas...
Siempre a mi lado. En las noches, viendo nuestra serie favorita, y estirado entre mis brazos al dormir. Ladeabas tu cabecita para mirarme, con esos ojos de amor infinito. Tu delicado maullidito reclamando mimos o atención me hacía quererte aún más, si cabe!

Cómo me hacías reír en tus batallas imaginarias con las sardinas, Bizco y Pérez!
Y con tus veloces carreras de cachorro cuando salías del aseo!
Cuánto hemos sonreído al verte panza arriba, haciendo tus ruiditos de paloma!

Qué valiente siempre en todas tus pruebas medicas e ingresos!!! Y qué bueno siempre para tomar tus interminables sesiones de medicinas! Ni un mal gesto. Ni un reproche. Ni un enfado.
Resignado, las tomabas una tras otra y luego eras el de siempre. Al igual que en las eternas idas y venidas al veterinario. Paciente y agradecido, además.

No ha habido un compañero más cariñoso ni cuidadoso: con tu patita me tocabas, ligero, casi imperceptible, para que te prestase atención, con una dulzura incomparable.

Cómo disfrutabas curioseando todo lo que era nuevo! Desde un alimento a un calcetín. Te entusiasmaba olerlo todo! Tú pequeña naricilla rosada se movía de una forma tan bonita.

Y tu olor... podía pasar el tiempo sólo abrazada a ti oliéndote. Me llenaba de paz y felicidad el ser consciente de que estabas ahí, conmigo, y tan cerca y deseaba parar en ese instante, que no transcurriera el tiempo. No necesitaba nada más. Sólo que tú estuvieras sano, feliz y dicharachero.

Ahora pienso en que debería haber pasado más tiempo contigo... que debería haber jugado más, haberte acariciado más, haberte prestado todavía más atención... A veces, por cansancio del día a día, a veces por mis malditas preocupaciones. Lo siento tanto, Berto!!!

No puedo borrar mis errores, cómo pude dejarte partir durante aquel tiempo? Pero volviste a mi, y te prometí que tu vida será la mejor. Que nunca te dejaría. Que te cuidaría y amaría para siempre.

Ahora nos has dejado. Y el dolor es infinito, insoportable. El vacío, profundo y oscuro, desconsolado, que nada ni nadie podrá llenar.

Mi niño... mi amor... mi amigo... mi compañero... mi todo. El amor de mi vida has sido y serás por siempre.

Nunca dejaré de quererte desde lo más hondo de mis entrañas. Mi Berto.


08/02/2020

sábado, 10 de septiembre de 2016

El puente

Vengo de cruzar el puente.

Voy y vengo, ando y canso.

Largo el camino velado.
De la tragedia al triunfo,
del incierto al pasado.
Sombrío el comienzo,
vasto precipicio nublado.


Voy y vengo, paro y bebo.

Linfa de tus nobles labios.
Cristalina, viva y cierta,
arpegio del camino andado.
Venero entre ambas tierras,
tregua de pasos frustrados.

Voy y vengo, ando y ando y ando...

viernes, 30 de octubre de 2015

Péndulo



La galera que nos arrebata, esa astuta prisión que nos seduce a los que precisamos mapas emocionales...
Presidio de acto, de palabra. La ausencia y la escasez que nos someten pausadamente, con sutileza.
Con exquisita elegancia y perfectas estudiadas formas. Esa enigmática seducción.

Nos derrota nuestro inútil deseo de transformar. Anhelo de ser escogidos y laureados con fragmentos que calman nuestra demanda.

La mente mientras, intenta descifrar. Interpretar, conocer, comprender.

Y transcurren los minutos, en otro tiempo tan valiosos, en un reloj que avanza demasiado rápido...
Paciente espera. En silencio, sin ruido ni alboroto, la espera. Aguardando un cambio, una esperanza.
La finalidad de nuestra apuesta.

Ya queda menos tiempo. El péndulo nos mira arrogante. La estimación no llega. Ni el amor ni la entrega.