Volví a despertar cubierta por la capa de dilatada tristeza,
Melancólico vacío y demanda de solitud adherida a mi piel,
vacilando si este es el mañana que deseo
y el tiempo escapa a través del reloj de arena.
Nostalgia de un pasado reciente que atormenta con memorias
de lo que pudo haber sido, fue, y desertó.
Se emponzoñó el amor y la vehemencia
se vulgarizó la avidez y la pasión.
El deseo se tornó desidia, inapetencia,
y la conquista y disposición se aburguesó
Sucesión de hábitos y rutina insípida
que ni me colman ni me recargan,
y las heridas que no cicatrizan
postergadas con insustanciales vendajes de anhelo.
Y la a espera de restaurar lo que se vició
si es posible recuperar lo malgastado...
Mi mente que no da holgura, demanda,
inconformista y codiciosa, arde,
mi alma que suplica clemencia y calma,
serenando el vacío de erotismo y de cama.
Volverás un día de tormenta
ResponderEliminarcomo una raíz medicinal,
dormiré a la sombra de tu cuerpo
moldearemos un jardín
emergerá de tus senos
con silentes espasmos
ahuyando al firmamento;
nos detendremos como la tierra
y echaré raíces en tus labios
se estremecerán los guardianes
cuando crepiten rojos
hasta que deje de llover.