domingo, 19 de abril de 2015

Los vampiros



Los vampiros de talentos.

Aquellos que absorben conocimientos, capacidades y sendas recorridas, sin la humildad del reconocimiento.

Los que se adhieren a la carne de la mente, adictos al peso del alma ajena, atribuyéndose medallas inmerecidas, carentes de trabajo y esfuerzo, calzándose laureles faltos de tiempo consagrado y sacrificio desgastante.

Codiciosos de arrobamiento, tiara y gloria, cobrados por falsas valías. Vuestra robada sonrisa, obediente de admiración, es su alimento. El hombre ansia, reclama, los derechos de ser humano, pero ninguna de sus obligaciones, una vez más... La pereza de su engranaje torpe y privado de recursos les convierte en parásitos de la imaginación. De las conclusiones. De los empeños. De la ilusión.


Resguardaos, amigos míos, de los vampiros del ingenio! Cuando os hayan usado, cuando se hayan saciado, se desprenderán de vosotros sin condolencia. Nunca os otorgarán el lugar merecido en sus crónicas. Jamás peinarán vuestro cabello con gratitud. Ni bautizarán sus hazañas con vuestro nombre.

Nunca os recordarán. No os harán inmortales.




Para JoanMae, porque al mirarme en el espejo son sus ojos los que vigilan y devuelven mi mirada, mi cordura y rescatan mi humanidad.





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