martes, 21 de octubre de 2025

¿Por qué?

 

¿Por qué me despierto,

infinidad de mañanas,

con el paladar emponzoñado

de esta adherida sensación,

de no estar donde quiero

ni de dirigirme a donde realmente deseo?


¿Por qué en la oscuridad y penumbra

me asaltan los pensamientos

de desconsuelo y anhelo,

de vacuidad y descontento.


Me asfixia la egolatría e ingratitud de mis congéneres,

el menosprecio e ignorancia, la falta de amor prójimo,

la rabia y envidia disfrazada de veredictos que nadie ha instado,

y me veo, como en un sueño,

atrapada en el dolor por esos desatinados atrevimientos.


Y sólo tu música cura mi alma

y me da nueva perspectiva

alejando la duda y la mancha

la mendacidad y la mentira.


¡Qué sólo deseo vivir mi camino contigo!,

mi sinónimo de argentos bucles y manos de orfebre,

lejos de esos análogos -que de símiles tienen veintitrés peldaños-,

retirándonos mil distancias de sus venenos y falacias

para mirarnos desde cercanía que invita el arco de nuestros labios.

lunes, 9 de junio de 2025

PÁNICO A PERDER EL MIEDO (desquicie máximo)

 

Mi miedo no es a la muerte,

si no a la desconexión de mi mente.

Pero... ¿qué es la muerte si no?


Perder todos los recuerdos, las memorias, los instantes...

Perder el futuro.

Todo lo aprendido, todo lo errado.

Presencia. Propósito. Tiempo.

No poseer más lapso para seguir aprendiendo.


Ahora no.

Todavía no.


Miedo a no volver a reír acompañada.

Miedo a no volver a sentir miedo.

A olvidar todo lo hermoso que poseo,

al fundido en negro sin el siguiente fotograma.


Miedo a dormir sin despertar

y tan siquiera ser consciente.


Creo que escojo mi dolor...

Todavía no. No es el momento.

¡Elijo la incomodidad de mi dolor!

Pues me hace ser consciente de que sigo viva.

Por el momento.


sábado, 9 de noviembre de 2024

ATRAPAR AL MIEDO

 

Las pérdidas a mi alrededor me hacen anhelar el control;

me desarman, me vulneran y laceran

tornando mi fortaleza en miedo y urgencia,

pánico espantoso que devora capacidad y talentos.


Ahora tengo arrinconado a mi miedo,

pero quiero atraparlo en una celda inexpugnable,

en una galera de la que no pueda escapar;

controlar su voracidad y potestad; someterlo.


Porque el miedo mata la mente,

y esa es la pequeña muerte

que conduce a la destrucción total.

Y quiero no tener miedo. No quiero.


Construiré una trampa

que el miedo no podrá eludir...

Y eso me hará ser libre

para aceptar el dolor.



domingo, 28 de julio de 2024

QUIERO SER

Quiero ser agua para no detenerme

Quiero ser viento para perderme

Quiero ser libre para caerme

Quiero ser fuego para atreverme


Quiero ser piadosa para conmoverme

Quiero ser racional para protegerme

Quiero ser cabal para sosegarme

Quiero ser íntegra para complacerme


No quiero ser ella para no avergonzarme

No quiero ser él para no conformarme

No quiero ser perro para no someterme

No quiero ser tú para apreciarme y quererme

SEGUIR SOÑANDO

Suena el despertador

Me levanto

Hago cosas

Y me pregunto, si no estaré soñando


Paladeo el café

insípido

igual que ayer

Vuelvo a notar la sal en mis labios


Intento recordar

mi última risa

eco lejano

Siento mis manos frías


Debo estar despierta

pues me sangran los labios

escuecen por las lágrimas

secos, ateridos y agrietados


Pánico a tener poco tiempo,

ahora, que te he descubierto.

Temor a perder tu aroma y tu tempo;

sin ti no hay motivo ni aliento.

Tú piel, tu voz y mirada,

que guían mi ritmo y camino.

Tus manos, tus bucles, 

tu piel besada,

mi futuro que adoctrino.



La crueldad de la nitidez

 mentir

verbo intransitivo

Decir deliberadamente lo contrario de lo que se sabe, se cree o se piensa que es verdad con el fin de engañar a alguien.

"mintió al afirmar que desconocía las actividades delictivas de sus colaboradores".

La mentira se define como la afirmación que realiza una persona estando plenamente consciente de que es falsa.


Quiero tener dioptrías para necesitar gafas

y evitar así la crueldad de la nitidez,

pues descarto utilizarlas, ¡sí señor!

Mejor vivir con ignorancia y placidez.


Quiero perder el olfato, padecer anosmia repentina;

desvanecer ese perspicaz sentido primitivo, involuntario e irracional

que me señala la falacia, alertando a mi cerebro,

dejándome solitaria con mi incredulidad y cautela.


Envidio la candidez y confianza de algunos

que no desvelan incongruencias y embustes.

¡Qué suerte la suya! ¡Qué afortunados!

Ingenuos portadores de latente desconsuelo

entre sonrisa bovina y quimérica alegría.