Ahora somos ellas...
Ya no necesitan la castración, tan sólo señalar.
No era suficiente desmasculinizar, quieren mutilar.
Cohibir nuestra naturaleza, nuestra virilidad;
ahora yo soy ella, y ella es...? La que manda y ordena.
Que observemos mientras estallan en colores.
Mira pero no toques; toca pero no disfrutes...
Aduanas impuestas por rancios y vetustos rencores.
Elefantes y víboras decolorados por Principesas
las mismas que subastan a saldo sus ósculos y piel
orgullosas blandiendo sus exultantes banderas.
Triunfos de catódicas leyes y oportunistas dirigentes
aniquilando biología y ancestrales memorias heredadas,
orden innato calcinado a los 451 grados convenientes.
Sus reglas son nuestra libertad, prestada y condicional.
Nuestros ojos postulando un perdón preventivo,
deseo cohibido que acudirá ya extinto a su funeral.
El futuro depara galeras de pesadas cadenas
preceptos de escasas fronteras, límites que prenderán
a los furtivos que osados atesoren su dignidad.