Todos
a mí alrededor andan pendientes de los horarios de otros; todos
aceleran y empujan, con interminables listas mentales de
ingredientes, brebajes y escasas prendas rojo intenso. Todos ellos
sintiéndose cercanos y condescendientes; las memorias marchan de
vacaciones por unos días. Los rencores, las heridas, trifulcas y
desavenencias se dejan en consignas de grandes almacenes, no sin
guardar la llave en la cartera para su posterior recuperación. Todo
es armonía y amor. Paz y hermandad. Hipocresía.
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