Todos
a mí alrededor andan pendientes de los horarios de otros; todos
aceleran y empujan, con interminables listas mentales de
ingredientes, brebajes y escasas prendas rojo intenso. Todos ellos
sintiéndose cercanos y condescendientes; las memorias marchan de
vacaciones por unos días. Los rencores, las heridas, trifulcas y
desavenencias se dejan en consignas de grandes almacenes, no sin
guardar la llave en la cartera para su posterior recuperación. Todo
es armonía y amor. Paz y hermandad. Hipocresía.
domingo, 17 de mayo de 2015
sábado, 2 de mayo de 2015
Día de sol y playa
Un día de sol y
cálida arena. De mar y arrope.
Sal en los labios y
abrazos sinceros, candor , veracidad.
Familia. Infancia.
Sinceridad.
Sin disfraces, sin
máscaras. Autenticidad.
La ironía y
desconfianza, aparcados.
Generosidad que trae
de vuelta a la niña.
Vuestra naturalidad
lo hace sencillo.
Y vibro, con mi
extensión del iris palpitando;
con apetito, anhelo
y alma contenta.
Calma. Sosiego para
mi alma.
Mirada que se pierde
en el horizonte.
Horizonte de
infinito mar y cielo.
Y mi piel se eriza,
sin roce ni verbo.
Y vosotros lo hacéis
sencillo.
Sin pretensiones.
Sin apuestas ni retos.
Aceptando mi piel y
compleja identidad,
El único arpegio
que realmente preciso.
Para Eva,
Óscar y el pequeño Pol, al que me siento unida por un hilo
invisible de percepción. Para vosotros, que podéis leerme sin
manuales, que me brindáis generosidad hasta sonrojarme. Gracias. Por
acompañarme sin pedir nada a cambio. Para vosotros. Para los cuales mi
inercia no es dilema.
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