miércoles, 5 de enero de 2022

Martillo en la mano derecha

 

Anhelamos perfilar el matiz exacto que ansiamos

y al toparnos con él

sólo queremos disiparnos...

Pavor. Cautela. Recelo.


Y prófugos, martillo en la mano derecha, impulsamos la destrucción

mientras con la mano izquierda, no soltamos el cabo que nos une a todo ese amor,

entrega y belleza.


Condenados por nuestra propio escepticismo,

el que nos hace dudar perpetuamente,

de todo aquello que hemos codiciado

por nuestro avezado recelo inherente.


Incapaces de reconocer lo que nuestros sentidos evidencian

azorados damos pasos cortos, siempre expectantes,

temiendo que con cada uno de ellos

resbalemos en el dolor y el desengaño.


Suelto el martillo, mi mano ya no obedece.

Sólo busca asir la tuya, y seguirte

enlazados con esa amarre inesperado,

desterrados de la mendacidad del linaje.