LEMMY
Y tu ausencia sólo devuelve vacío. Ya
no sé donde guardar mi amor.
Mi ternura. La niña que custodio en
mi.
Y no quiero mi libertad ni mi tiempo.
La cortina meciéndose me trae tu
sombra; las visitas a la cocina el volteo de mi cuello.
La tristeza se ha desnudado y permanece
tumbada a mi lado en la cama. Y me abandono en su abrazo. Y tengo
mucho frío; mi piel se duele por lo erizada. Frío que tiene su cuna
en mi pecho.
Y no deseo más calidez que la de tu
escuálido cuerpo, la suavidad de tu pelo, la impronta de tu olor y
tu mirada limpia del color de la espera.
La mente-araña no va a liberarme tan
pronto, esta vez.
Y no sé que voy a hacer con tanto
amor.
03 de septiembre de 2014